La musculatura isquiotibial, la más recurrente en futbolistas de alto nivel, con un total de 88 lesiones en el transcurso de la temporada.
A pesar de que existen lesiones cuya gravedad es mucho mayor y que requieren que el jugador pase por el quirófano, como la rotura de ligamento cruzado anterior, es la lesión en la musculatura isquiotibial la que más se produce en el fútbol profesional.
La musculatura isquiotibial compuesta por bíceps femoral, músculo semitendinoso y el músculo semimembranoso, ubicado en la zona posterior del muslo, es la encargada de dos acciones fundamentales en la práctica futbolística: en la carrera y en el golpeo.
Es común ver a los futbolistas echarse la mano a la parte posterior del muslo, normalmente, tras un sprint de alta intensidad.
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